Con un hombre menos durante una hora, los rojinegros golpearon en el descuento con un gol de Ludovic Blas.
El arranque de la Ligue 1 2025/26 no pudo ser más dramático. En Roazhon Park, el Rennes se llevó un triunfo agónico por 1-0 frente al Olympique de Marsella, en un partido que tuvo de todo: expulsión, postes salvadores y un desenlace cruel para los visitantes.
Un Marsella dominante pero sin premio
El OM mostró autoridad desde el inicio. Con un 74% de posesión y un mediocampo comandado por Adrien Rabiot, los de Gennaro Gattuso controlaron el ritmo, pero carecieron de lo esencial: efectividad. Greenwood fue protagonista en la primera mitad, con remates que exigieron a Brice Samba y un disparo de Rabiot que se estrelló contra el poste en el alargue del primer tiempo.
La expulsión de Abdelhamid Aït-Boudlal a los 31 minutos parecía condenar al Rennes. Sin embargo, los rojinegros se refugiaron en un 5-3-1 sólido, apostando a la velocidad de Mousa Al-Tamari para incomodar al contragolpe.
En la segunda parte, Marsella siguió empujando. Timothy Weah y Murillo tuvieron el gol, pero otra vez el palo —esta vez el derecho— negó la apertura. El ingreso de Aubameyang tampoco cambió demasiado: mucho dominio, poca imaginación.
Rennes, valentía y premio final
El conjunto local, con un hombre menos, no renunció nunca a su plan de resistencia. La solidez defensiva fue su bandera hasta que llegó la estocada definitiva: Quentin Merlin filtró un pase y Ludovic Blas, recién ingresado, definió con categoría para el 1-0 en el minuto 90+1.
El gol hizo estallar al Roazhon Park y dejó helados a los Phocéens, que vieron rota su racha de cinco victorias seguidas en debuts de Ligue 1.
El héroe inesperado: Ludovic Blas
Cuestionado en la previa por una preparación irregular, Blas arrancó en el banquillo. Pero cuando entró, se convirtió en el protagonista absoluto. Con un solo toque, escribió la primera gran historia de esta Ligue 1.
Conclusión
El Marsella mostró solidez y volumen de juego, pero se fue de vacío por su falta de eficacia. El Rennes, en cambio, exhibió valentía y fe inquebrantable, logrando una victoria que sabe a oro. Un aviso desde la jornada inaugural: este campeonato promete emociones fuertes.
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